jueves, 20 de diciembre de 2007

ELOGIO A LA LOCURA


Finalizado el corto sobre Lepoldo Mª Panero vuelve a mi memoria una y otra vez su rostro, sus ojos, su silueta; me surgen multitud de pensamientos e imágenes por doquier. Me pregunto si es Panero otro loco "quijotesco" (si se le puede llamar así) o en sus propias palabras, él define y dice: "el loco hierra pero no miente. Además tiene la peligrosa manía de decir la verdad". Y además es curioso que el propio Bunbury aluda en alguna ocasión (si la memoria no me falla) "... que Panero dice las verdades que nadie escucha".
Me gustaría atreverme en este artículo a establecer una similitud que igualase a Panero con la moraleja del Quijote, y evidentemente, con su protagonista Alonso Quijano, alias Don Quijote; a quienes la mayoría que lo conocían lo consideraban un loco, pero que Cervantes, nos supo presentar como ese maravilloso "cuerdo", con una grata y alucinante cordura que adelantaba al personaje a la época que le tocó vivir.

Aludiendo una vez más a la mirada perdida de Panero, por esas calles urbanas y pintadas de blanco y negro, que aún nos remiten mucho más a una imagen melancólica y unida a las características del personaje, por ejemplo, esos ojos como parados en un instante pasado o en un recuerdo, en lo que pudo ser y no fue. Mirando por ello uno a uno los fotogramas, podemos darnos cuenta como Panero jamás moja sus ojos, nunca pestañea, la mirada la tiene completamente perdida y es algo que realmente impacta; igual que el balanceo de su cuerpo, las manos apoyadas en la cabeza, el inclinar el cuerpo hacia delante, realmente lo marcan, lo delatan, algo pasa... y a su lado vemos a Bunbury y compañía un poco como "escuderos" mientras escuchan al maestro recitar una y otra vez algunos versos.

Podemos llegar a la conclusión que hay algo cíclico o repetitivo en los personajes literarios y en sus autores; por lo tanto, el "Elogio a la locura" está presente en muchas obras literarias, obras clásicas, donde sus personajes sufrían demencia, o imaginaban mundos superpuestos, creaban un mundo o realidad paralela, creaban su ilusión, lo que querían alcanzar o conseguir pero si el ideal no llegaba o se rompía, se mataba la ilusión por vivir, la vida del personaje finalizaba. Así aparecen aquellas últimas palabras del héroe, aludiendo a que ya no era don Quijote sino que volvía a ser Alonso Quijano y de esa forma le sobreviene la muerte. Porque esa era la enseñanza escóndida tras las páginas del libro. De esta forma finaliza El Quijote y por otro lado, el reportaje sobre la vida de Panero culmina, cruzando el poeta aquella verja del sanatorio; pero podríamos preguntarnos ¿dónde queda la realidad del autor?, ¿qué es lo que prevalece de su mundo?, ¿dónde queda la locura fuera o dentro, es decir, dónde está el mundo de Panero y la realidad del Quijote?; ¿dónde se encuentra esa delgadísima línea que separa la locura de la cordura...?. "La locura nunca tuvo maestros..."

2 comentarios:

J. Enrique Vílchez dijo...

Hola Leire. he linkado tu blog desde universoheroes soy el que te precedió en el post del dvd. Tu blog me parece fantástico y creo que nos parecemos mucho. Me gustaria saber más del cortometraje de Panero que has hecho. Te dejo mi mail y mi blog

cortical.blogspot.com

excentrico2000@hotmail.com

Saludos y felices fiestas.

J.E.

LeiRe dijo...

Mil gracias por tu comentario y por entrar en mi blog te quería informar que el corto no es mío (¡ojalá!) fue idea de Carlos Ann con Enrique Bunbury y otros y se titula "Un día con Leopoldo Mª Panero" de producciones Avinyò films S.L. y si sigues a Bunbury y compañía y además has leído algo de Panero seguro que te gusta. Saludos y feliz año.