jueves, 25 de diciembre de 2008

FELIZ NAVIDAD... Y ESAS COSICAS

Parece que no nos equivocamos los seguidores de Bunbury, al comprobar como su último disco es absolutamente el más azucarado que ha hecho en toda su magistral carrera; es uno de los más lights hasta ahora realizados y no quisiera pensar que se debe a esas cosicas que ayer Bunbury lanzó en el programa de Raphael; pero Enrique ¿hasta cuándo debemos sufrir esa letal exterminación de tu rockera faceta y pasotismo acostumbrados? ¡tio! la novia dejátela en casa; porque esa sensación de estar constantemente en la luna ya es un poco pesado, y es que la novia sale hasta en la sopa, ya que ésta se ha convertido en una prolongación más de tu cuerpo; además los comentarios son claramente veraces cuando se afirma por ahí, preguntas como "¿quién es ella?" pues "la novia, la chica, la pareja" y un largo etcétera "de Bunbury"; pero nunca se hace alusión a ella por su nombre y apellidos y creo, que para una mujer, sinceramente no es demasiado positivo ser llamada así, pero parece que a ella no le importa, y además, mezclar trabajo y placer ¿no llega a ser un poco fruto de un hastío letal?.
Los que llevamos mucho tiempo admirándote observamos con cierta tristeza que esté cambiando algo de ti; a lo mejor es el paso del tiempo (que tarde o temprano nos afecta a todos); o a lo mejor, es que otra faceta se ha abierto ante ti, pero cambiar tan radicalmente y además meter a tu novia hasta en la sopa y hasta en tus videoclips, yo creo que es un tanto asfixiante y peligroso para tus fans, porque ¿quién es ella al fin y al cabo? o es que a partir de ahora debemos hablar de Bunbury y "cosicas"; no por favor; no podría soportar que Bunbury se convierta en algo así ya que él es único; no entiendo como ha podido cruzar esa línea delgada que separa lo íntimo y personal, de lo profesional, a mí sinceramente no me gusta; ya que añoro al Bunbury de antes, e incluso, me atrevería a decir que hasta cuando hace unos años se casó, continuó siendo el Bunbury de siempre, y su pareja, siempre quedó como eso, no mezclándose en el mundo de Enrique y ahora en cambio, esa contaminación no le está trayendo nada bueno... Sigue como siempre Bunbury y que cada cosa ocupe su lugar; sigue siendo único y que cada uno construya lo que profesionalmente se merece, y eso es justo lo que deberías enseñar a tu pareja y si no puede pues que se quede en casa; porque como mujer que soy, lo de la simbiosis hace años que paso a la historia ¡afortunadamente!...